Mi nombre es Leila, soy una chica
tamaño regular más o menos 1,70; tengo ojos saltones cafés claros, nariz fina,
labios pequeños y un poco descoloridos, tengo una cabellera ondulada castaña
muy oscura que me llega hasta la mitad de la espalda porque siempre me lo
corto, soy delgada con pechos medianos y no tengo muchas nalgas como la mayoría
de las mujeres pero para mi cuerpo están bien, mi novio dice que son perfectas
y le encanta agarrármelas. Desde que lo vi me gustó, lo conocí hace como 3
meses en un viaje para el interior que hice, resulta que estudiábamos en la
misma universidad y nunca lo había visto, pero desde ese día no lo perdí de
vista, como yo vivo con mis padres y no trabajo tengo que acatar sus estúpidas
leyes y régimen religioso así que no puedo salir de casa frecuentemente y menos
en la noche que es cuando llego de la uni, por esta razón se volvió una
costumbre para nosotros escabullirnos en las aulas vacías luego de clases. Con
tan sólo 3 meses estoy locamente enamorada de él, siempre pienso en él, cuando
duermo, cuando me baño y me toco, cuando me masturbo y tengo orgasmos...
Siempre tuve el sueño de perder mi virginidad en un lugar hermoso, con pétalos
de flores en el suelo, velas aromáticas, música romántica, vino y charla,
miradas perversas, y por supuesto todo eso con el hombre que amo. En cambio
como temía que pasara, en esa aula donde nos veíamos fue donde pasó, aunque no
fue como imagine pero si sintió igual de rico... Era una noche normal, nos
vimos como era de costumbre una vez a la semana, entramos en un pequeño cuarto
que había dentro de esa aula donde habían cajas de libros y una mesa
polvorienta, él la limpió para mi y luego me senté en ella mientras nos
besábamos, mis pezones se pusieron duros y paraditos cuando el me tocaba mi
parte por encima del pantalón, luego se quitó su camiseta y me ayudo a quitarme
la mía, me quite el sostén y el empezó a chuparme los pezones mientras yo gemía
de placer, yo estaba súper caliente y sentí como se me mojaban las bragas,
enseguida me desabrochó el pantalón y metió su mano en mi vagina y empezó a
tocarla tan majestuosamente como él sabe hacerlo a la vez que seguía chupando
mis pezones y yo me mordía los labios tratando de contener mis gemidos hasta
que tuve mi primer orgasmo de la noche, luego se detuvo y me dijo "ven, te
haré el oral", ahí fue cuando me bajó los pantalones hasta la rodilla y
luego mis pantis rosados, yo estaba tan excitada que me volví sumisa a él, me
dijo que me recostara de la mesa en que estaba sentada y lo hice, me haló por
las piernas y se agachó para ponerse entre ellas, empezó a lamer y chupar toda
mi vagina, sus labios besaban los de mi vagina, su lengua se metía por todos
lados moviendo mi clítoris como una pera de boxeo mientras yo gemía y gemía,
estaba demasiado caliente como para pensar en nada más además de que ya estaba
llegando a mi segundo orgasmo, mis piernas empezaban a temblar y mis manos se
agarraban fuerte a la mesa, estaba súper mojada y el chupaba todo mi líquido hasta
que volví a tener un orgasmo... Entonces le dije que sacará su pene y lo rozara
por mi vagina, el empezó a moverlo de arriba abajo lo entraba un poquito y lo
sacaba, se sentía tan bien!, ahí fue cuando no pude aguantar más la calentura y
le dije que se pusiera el condón entonces el la empezó a meter y yo gemía pero
también me dolía mucho, el continúo penetrándome mientras movía su cintura de
manera tan sensual, su pene bailaba dentro de mi vagina mientras iba penetrando
más, me dolía y a la vez se sentía increíble, yo estaba cada vez más caliente,
mojada y sudada, hasta que la entro entera con un fuerte empujón y yo no pude
evitar gemir muy fuerte, dejó su pene adentro mientras lo movía lentamente
bailando dentro de mi, lo saco y estaba un poco ensangrentado, se cambió el
condón y entonces me siguió penetrando
sin piedad, yo gritaba tan fuerte que si él no me hubiera tapado la boca con su
mano seguro nos hubieran encontrado... Agarré fuerte sus manos y casi sin poder
hablar le decía "te amo" al oído. Me bajó de la mesa y me recostó de
espaldas hacia el, me la metió con mas fuerza y rapidez, sentía su pene duro y
caliente como era mojado completamente por mis orgasmos continuos hasta que mis
piernas ya no pudieron aguantar más y me caí al piso, el se acomodó para seguir
penetrándome aunque no podía sostenerme en mis propias piernas, sólo tenía
fuerzas para gemir y gritar su nombre "Óscar, Óscar... Te amo, te amo...
Óscar...", finalmente sacó su pene de mi interior, se quitó rápidamente el
condón y me puso su pene en mi boca mientras eyaculaba con tanta intensidad que
hasta me embarró toda la cara... Yo me la trague toda incluyendo la de mi cara
y le hice un oral que lo hizo retorcerse de placer, después volvió a metérmela
y la dejó adentro mientras nos dormimos abrazados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario